Un pozo de absorción es una cámara cerrada que está conectada directamente a una unidad de tratamiento primario de un edificio residencial o comercial. Tiene la función de dejar que las aguas residuales provenientes del tanque séptico se empapen lentamente en el suelo subyacente.
Debe tener una profundidad de entre 1,5 my 4 m, pero como regla general, nunca menos de 2 m. Desde una fuente de agua potable, debe ubicarse a una distancia segura idealmente a más de 30 my también debe mantenerse alejado de las áreas de alto tráfico. Para brindar soporte y evitar colapsos, se puede dejar vacío y revestir con un material poroso.
La unidad de tratamiento primaria puede ser una fosa séptica, un decantador de basura, un reactor con deflectores anaeróbicos, fosas, etc. Las aguas que salen de estas unidades se denominan aguas negras, las cuales deben ser sometidas a un tratamiento parcial antes de dejarlas en el suelo.
No se deben de usar las aguas negras que provienen de los pozos de absorción. Pero el tratamiento parcial del agua a través de un pozo de absorción es una forma más segura de descargar el agua al medio ambiente. De ahí la importancia de su limpieza.
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